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Polémica por el libro sobre José Bretón: Anagrama suspende su distribución mientras defiende su publicación

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La editorial paraliza la venta de El odio tras la denuncia de Ruth Ortiz, pero afirma que se acoge a la libertad de expresión. El autor, Luisgé Martín, también defiende la obra como un ejercicio literario legítimo.

La editorial Anagrama ha suspendido temporalmente la distribución del libro El odio, escrito por Luisgé Martín, basado en conversaciones, cartas y encuentros con José Bretón, condenado por asesinar a sus hijos Ruth y José en 2011. El lanzamiento estaba previsto para el próximo 26 de marzo, pero la medida se tomó tras la denuncia de Ruth Ortiz, madre de los niños, y la intervención de la Fiscalía de Córdoba.

La petición de Ruth Ortiz, apoyada por el Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía (SAVA) y por la Fiscalía, argumenta que la obra vulnera su derecho al honor, la intimidad personal y familiar, y también contraviene la Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia.

Tras recibir el aviso, la Fiscalía de Córdoba trasladó el caso a la Fiscalía de Menores de Barcelona, que ya ha solicitado al Juzgado de Primera Instancia número 39 de Barcelona la paralización cautelar del libro. Anagrama, por su parte, ha decidido detener su distribución mientras espera el resultado del procedimiento judicial.


La respuesta de Anagrama: “Estamos en nuestro derecho de publicar esta obra”

En un comunicado oficial, Anagrama defiende su derecho a publicar El odio, argumentando que se trata de una obra amparada por el derecho a la libertad de creación literaria recogido en la Constitución española. La editorial afirma ser “plenamente consciente de la monstruosidad de los crímenes cometidos por José Bretón” y también de la sensibilidad que genera, pero considera que la literatura tiene la función de explorar “realidades complejas”, como han hecho autores como Emmanuel Carrère o Truman Capote.

“El tratamiento literario de El odio se aleja y rechaza cualquier intención que no sea la de presentar al lector la maldad del asesino sin justificar ni exculpar el crimen, sino al contrario, mostrando su horror”, declara la editorial.


Luisgé Martín: “No doy voz a Bretón, se la quito”

Poco después del comunicado de Anagrama, el autor del libro, Luisgé Martín, también se ha pronunciado públicamente defendiendo su obra. Según el escritor, El odio fue redactado con “el mayor respeto hacia las víctimas” y no tiene como objetivo dar voz al asesino, sino “negar su versión de los hechos” y exponer sus contradicciones.

El odio, en mi humilde opinión, sirve para mostrar los laberintos de la infamia y de la vileza de un asesino. Nada más. Y nada menos”, sostiene Martín.

El autor destaca que el libro puede reabrir heridas, pero que no lo hace en mayor medida que otros títulos o producciones como la serie “Bretón, la mirada del Diablo”, emitida en 2023. También defiende que el tratamiento del crimen es reflexivo, ético y filosófico, y compara su obra con clásicos del género true crime, como A sangre fría de Capote o El adversario de Carrère.


División de opiniones: ¿Literatura o falta de respeto a las víctimas?

La publicación del libro ha generado una intensa controversia. Ruth Ortiz ha declarado públicamente que “no se puede dar voz a los asesinos” y ha encontrado respaldo en figuras como Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, que también ha mostrado su rechazo a la obra.

Desde el ámbito legal, expertos consultados por distintos medios consideran que podría producirse un secuestro judicial de la obra, aunque destacan que en la mayoría de casos recientes, los tribunales han dado prioridad al derecho a la libertad de expresión frente al derecho al honor o la intimidad.

Mientras tanto, el debate sigue abierto: ¿Hasta qué punto la literatura tiene derecho a narrar crímenes atroces reales sin menoscabar el dolor de las víctimas?

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