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Dicen que lo que es medible es mejorable, pero no me da la sensación de que nos cuesta mucho trabajo medir nuestra atención, y es normal. Es difícilmente cuantificable, no solemos tenerla en cuenta y te diría que a veces ni sabemos que existe…
Así que te pregunto: ¿Alguna vez te has sentado con la intención de sumergirte en un libro o un artículo importante, solo para descubrir que, a los pocos minutos, tu mente está divagando por una lista de tareas pendientes, el último vídeo viral o lo que vas a cenar?
Es una pregunta retórica. La respuesta es sí —y lo sabes—. La buena noticia es que no estás solo. De hecho diría que somos mayoría los que respondemos con un contundente SÍ a esa pregunta.
En un mundo saturado de notificaciones y estímulos constantes, mantener la concentración se ha convertido en un verdadero superpoder y las empresas luchan encarnizadamente por tu atención.
Pero volvamos al principio y a lo medible. ¿Cuánto tiempo puedes mantener realmente tu atención enfocada, especialmente cuando se trata de leer? Vamos a hacer un ejercicio para conocer tu umbral de atención.
Es el primer paso para poder mejorarlo y disfrutar más de la lectura, ya sea por placer, estudio o trabajo.
¿Por qué es importante conocer tu capacidad de atención para la lectura?
La capacidad de atención no es solo una métrica abstracta, sino que una importancia que no te imaginas y un impacto directo en:
- Comprensión: Si tu mente se desvía constantemente, es difícil seguir el hilo de la narración o los argumentos, lo que reduce significativamente lo que retienes y tienes que volver atrás constantemente.
- Disfrute: La lectura inmersiva, esa sensación de perderse en una historia, solo es posible con una atención sostenida y plena. No hay nada mejor que esa sensación de «se me ha pasado el tiempo volando».
- Eficiencia: Si lees por motivos académicos o profesionales, una buena atención te permite absorber información más rápidamente y de manera más efectiva. Y es que además es tu fuente de ingresos… Imagina si es importante.
El Test del «Primer Desvío»: Mide tu atención real al leer
Este sencillo test no requiere equipamiento sofisticado, solo un poco de honestidad contigo mismo. Y esto —además de ser importante en todos los aspectos de tu vida— es fundamental para este caso.
El objetivo no es ver cuánto tiempo puedes forzarte a leer, sino cuánto tiempo lees con atención real antes de que tu mente comience a vagar de forma natural. Y vagará, así que la clave no es si lo hará sino cuánto tarda en hacerlo. No te apures. Nos pasa a todos.
Preparación:
- Elige tu material de lectura: Puede ser un libro que estés leyendo, un artículo largo que tengas pendiente, o cualquier texto de unas pocas páginas. Es preferible que sea en formato físico para evitar las distracciones inherentes a los dispositivos electrónicos, pero si es digital, asegúrate de desactivar notificaciones.
- Busca un entorno tranquilo: Encuentra un lugar donde sepas que no serás interrumpido durante al menos 20-30 minutos. Ya te he contado cómo preparar ese lugar para leer aquí.
- Prepara un cronómetro: El de tu móvil servirá, pero ponlo en modo avión o «No molestar» para que solo funcione como cronómetro. No añadas dificultades a las que ya tienes como notificaciones innecesarias.
- Ten a mano cuaderno y boli: Es importante anotar los tiempos y si se hace en papel mejor, ya que ayuda a estar más presente que si lo hacemos con el móvil, y además evitamos la tentación de usarlo.
- Intención clara: Decide que vas a leer con el objetivo de comprender y disfrutar, no de batir un récord. No es una carrera sino un test para mejorar la atención. Compites contigo mismo y con tu mente.
Instrucciones del Test:
- Cuando estés listo, inicia el cronómetro y comienza a leer a tu ritmo normal y cómodo.
- Presta atención no solo al texto, sino también a tu propia mente.
- Continúa leyendo hasta el exacto momento en que te des cuenta de que:
- Tu mente se ha desviado significativamente del texto (estás pensando en otra cosa).
- Has releído la misma frase varias veces sin procesarla.
- Sientes un impulso fuerte e inconfundible de dejar de leer para hacer otra cosa (mirar el móvil, levantarte, etc.).
- En cuanto identifiques ese «primer desvío» claro, detén el cronómetro inmediatamente.
- Anota el tiempo transcurrido. Ese es tu umbral de atención actual para la lectura en esas condiciones.
Puedes hacer una pequeña prueba de comprensión (Opcional pero recomendado):
Justo después de detener el cronómetro, intenta resumir mentalmente o en una frase lo que acabas de leer en el último párrafo o los dos últimos párrafos antes de que tu atención se rompiera.
Si te cuesta recordarlo, es posible que tu atención efectiva haya disminuido incluso un poco antes de que fueras plenamente consciente del desvío. Eso quiere decir que tu nivel de concentración es aún menor.
Interpretando tus resultados (¡Con calma!)
Este test es una herramienta de autoconocimiento, no un diagnóstico clínico, así que relax. Tu resultado puede variar según el día, tu nivel de cansancio, el interés que te suscite lo que sea que hayas decidido leer o incluso el entorno.
- Menos de 5 minutos: Indica una atención muy dispersa. Es normal, así que no te frustres. Es un buen punto de partida para trabajar en técnicas de enfoque.
- 5-10 minutos: Un rango común en la era digital. Hay margen de mejora para lecturas más profundas. Toca seguir trabajando.
- 10-20 minutos: ¡No está mal! Puedes abordar fragmentos de lectura significativos. No te despistes, que los buenos resultados no son eternos.
- Más de 20 minutos: Enhorabuena. Tienes una capacidad de atención bastante sólida para la lectura. Es lo que debería de ser lo normal y que te garantizo que no lo es. Sigue así.
Lo importante no es el número exacto, sino tener una referencia personal. Repite el test en diferentes momentos o con distintos tipos de texto para observar patrones.
¿Y ahora qué? Consejos para fortalecer tu músculo atencional
La buena noticia es que la atención, como un músculo, se puede entrenar. Aquí te dejo algunas estrategias de las que ya he hablado para mejorar tu concentración:
- Crea un «Santuario de Lectura»: Como te decía antes, minimiza las distracciones. Guarda el teléfono en otra habitación o ponlo en modo avión y crea un espacio ideal para el ejercicio de la lectura. Será tu pequeña «fortaleza».
- Técnica Pomodoro: Uno de mis artículos más leídos. Lee en bloques de tiempo definidos (empieza con tu tiempo del test o incluso menos, por ejemplo, 15-25 minutos) seguidos de un breve descanso (5 minutos).
- Lectura activa: No le tengas miedo a marcar los libros. Están para eso. Subraya, toma notas al margen, hazte preguntas sobre el texto. Esto mantiene tu mente enganchada.
- Empieza poco a poco: Si tu atención es breve, no intentes leer durante una hora seguida. Comienza con sesiones cortas y ve aumentando gradualmente la duración.
- Elige contenido atractivo: No toda la culpa es tuya. Hay textos que son densos, pesados o sencillamente no están bien escritos. Es más fácil mantener la atención si el tema te apasiona. Alterna lecturas obligatorias con otras que realmente disfrutes.
- Descansos conscientes: Relacionado con el Método Pomodoro. Cuando hagas un descanso, evita saltar inmediatamente a las redes sociales. Levántate, estírate, mira por la ventana.
- Practica la «Atención Plena» (Mindfulness): A mí me ha cambiado en muchos aspectos, pero este es quizás el más llamativo. Estos ejercicios de mindfulness pueden ayudarte a ser más consciente de cuándo tu mente se distrae y a redirigir tu atención con más facilidad.
Entender y mejorar tu capacidad de atención es un viaje, no un destino. Usa este test como una brújula para guiarte. ¡Cuéntame en los comentarios tus resultados y qué estrategia vas a seguir!
Me ha resultado muy interesante esta publicación. La comparto con gusto.
Un fuerte abrazo 🙂